El IPC de EEUU sube al 3.2% en Julio, un dato inferior al esperado que pone contra las cuerdas a la FED

En el mes de julio, el IPC en Estados Unidos registró un aumento del 3,2% interanual, en comparación con el 3% del mes anterior. Esta subida ha marcado un hito significativo, ya que representa el primer incremento en los últimos 13 meses. Este dato refleja una tendencia ascendente en los precios de bienes y servicios que, a primera vista, podría plantear preocupaciones sobre una posible escalada inflacionaria descontrolada. Sin embargo, una evaluación más detallada de los componentes del IPC brinda un panorama más matizado. El problema…. es que en la economía influyen otros factores además de la inflación.

IPC EEUU

Expectativas del Mercado y su Impacto en el Dólar

Los datos del IPC han superado las expectativas de los expertos en el campo económico, lo que ha generado un impacto en los mercados financieros y en las perspectivas de política monetaria. Se ha percibido una reacción inmediata en los tipos de cambio, con el dólar estadounidense experimentando una depreciación frente a la mayoría de otras divisas, como el euro. Este giro a la baja en el dólar, con su valor frente al euro cayendo por debajo de 0,905 euros, es indicativo de cómo los inversores interpretan estos resultados en términos de la dirección futura de los tipos de interés.

Perspectivas del Incremento de los Tipos de Interés

En estos momentos sólo el 9.5% de los analistas cree que la FED va a subir tipos en septiembre

La reacción del mercado al informe del IPC sugiere que existe una creciente creencia de que los tipos de interés en Estados Unidos no se incrementarán aún más en el corto plazo. Esto contrasta con las preocupaciones previas sobre una posible escalada en la política de ajuste monetario de la Reserva Federal. El alza en el IPC ha sido menos pronunciada de lo que se anticipaba, lo que ha llevado a una percepción más optimista en cuanto a las futuras decisiones de la Fed.

Inflación: Más que una Simple Aceleración

Un análisis profundo de la aceleración de la inflación sugiere que esta tendencia no es tan sencilla como podría parecer a primera vista. La variación interanual del IPC está influenciada en gran medida por los efectos de base, una peculiaridad matemática derivada de la inflación alcanzando su punto máximo hace un año. Por lo tanto, es crucial reconocer que la aceleración actual de la inflación puede estar influida por factores temporales y no necesariamente señala una tendencia persistente.

La Perspectiva de la Fed y el Dilema

Los datos de inflación en Estados Unidos tienen un impacto considerable debido a su influencia en las decisiones de política monetaria. La Reserva Federal, específicamente su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), juega un papel crucial en la determinación de los tipos de interés. Esta decisión es fundamental, ya que tiene repercusiones directas en la economía estadounidense en general y en el bolsillo de los ciudadanos en particular.

La Federal Reserve Act de 1913 establece claramente el mandato de la Fed de garantizar “precios estables” y “promover eficazmente los objetivos de máximo empleo”. Mantener la inflación general en torno al 2% es uno de los objetivos centrales de la política monetaria.

Pasos de la Fed ante la Inflación

Ante la escalada inflacionaria que comenzó a fines de 2021, la Reserva Federal adoptó medidas para aumentar los tipos de interés en marzo de 2022. Esto se produjo después de mantener los tipos en el mínimo histórico del 0% durante la crisis de la pandemia, cuando se utilizó el estímulo monetario para impulsar la economía. En el transcurso de 16 meses, la Fed ha aumentado los tipos en 550 puntos básicos con el objetivo de frenar la demanda y aliviar la presión inflacionaria.

Un Vistazo a Futuras Decisiones de la Fed

En este momento, surge la interrogante crucial sobre si la Reserva Federal mantendrá su postura de endurecimiento de la política monetaria en los meses venideros. Después de la más reciente reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), se ha dejado entrever la posibilidad de detener los incrementos en los tipos de interés en la próxima reunión programada para septiembre. La acumulación de estas pausas, incluyendo la que tuvo lugar en junio, podría insinuar un cambio en la orientación de la política monetaria.

Sin embargo, la macroeconomía, especialmente la estadounidense, es una arena compleja donde no solo el dato de inflación debe ser considerado. Diversos factores de relevancia también entran en juego, como la creciente deuda y la disminución acelerada de los ingresos fiscales. Estos factores podrían, según mi opinión, obligar a la Reserva Federal a no solo detener el aumento de las tasas, sino también a reducirlas y a inyectar liquidez (mediante la impresión de dinero) para afrontar, entre otros muchos gastos, los inconmensurables intereses de una deuda que cada vez crece más. A largo plazo, esta acción podría dar paso a una ola inflacionaria aún más significativa que la que se ha experimentado recientemente.

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