En el mundo de la economía, las revisiones de datos macroeconómicos siempre pueden revelar sorpresas desagradables. En el día de ayer Alemania fue testigo de una revisión a la baja en el dato del Producto Interior Bruto (PIB) correspondiente al primer trimestre de 2023, por parte del órgano estadístico federal Destatis. La corrección reveló una caída del 0,3%, en comparación con el estancamiento inicialmente informado del 0%. Esta revisión marca la entrada de la “locomotora” de Europa en una recesión técnica, al experimentar dos trimestres consecutivos de contracción económica. Esta noticia representa un golpe duro para la economía alemana y un revés para la eurozona en su conjunto, ya que ahora se enfrentan a la posibilidad de un estancamiento en lugar de un modesto crecimiento del 0,1% en el primer trimestre.
Alemania: Un Invierno Duro y una Economía en Recesión Técnica
Aunque esta recesión técnica puede considerarse simbólica y no una recesión en el sentido estricto de la palabra, el mensaje subyacente es claro: Alemania finalmente ha sucumbido a las dificultades económicas que se esperaban debido a la guerra en Ucrania y la crisis energética resultante. Este retroceso representa un golpe significativo para la economía de la eurozona y plantea dudas sobre el esperado repunte en los próximos trimestres, especialmente en el sector manufacturero, que ha experimentado una recesión cada vez más profunda.

El descenso del PIB se atribuye a una disminución del gasto público y del gasto de los hogares, que ha caído un 1,2% en comparación con el trimestre anterior. Esto se debe, en parte, a la persistente inflación que sigue afectando a los consumidores. Aunque la inflación ha disminuido desde los máximos alcanzados en octubre, situándose en un 7,2% interanual en abril, los precios siguen siendo elevados. Según Franziska Palmas, analista de Capital Economics, “la revisión refleja probablemente la debilidad de la actividad en marzo, cuando las ventas minoristas, la producción industrial y la actividad de la construcción experimentaron caídas significativas”.
Sin embargo, también hubo algunos aspectos positivos en la economía alemana durante el primer trimestre. Las exportaciones y la inversión mostraron signos de mejora, y hubo una recuperación en el sector de la construcción y en la producción de maquinaria, electrodomésticos y automóviles. En conjunto, las exportaciones aumentaron un 0,4% en comparación con el último trimestre de 2022, mientras que las importaciones disminuyeron un 0,9%, principalmente debido a la reducción en la importación de carburantes, minerales y productos químicos, según Destatis.
La Economía Alemana Enfrenta Desafíos Estructurales y Cíclicos
Carsten Brzeski, economista de ING, señala que han sido necesarias un par de revisiones estadísticas para confirmar lo que se temía desde el verano pasado: la economía alemana ha entrado en una recesión técnica. Sin embargo, señala que esta no es la peor situación posible, sino una caída de casi el 1% en comparación con el verano pasado. Aunque el clima cálido del invierno, el repunte en la actividad industrial y la reapertura de China han ayudado a impulsar la economía, no han sido suficientes para sacarla de la zona de peligro. El consumo privado sigue sufriendo las consecuencias de los altos precios minoristas de la energía.
Mirando más allá del primer trimestre, el optimismo inicial del año ha dado paso a una visión más realista de la situación. Factores como la disminución del poder adquisitivo, la reducción de los pedidos industriales, el impacto de la política monetaria más restrictiva en décadas y la esperada desaceleración de la economía estadounidense indican que se espera una actividad económica débil. Además de estos factores cíclicos, la guerra en curso en Ucrania, el cambio demográfico y la transición energética actual suponen desafíos estructurales para la economía alemana en los próximos años.

El Bundesbank había publicado recientemente un informe que sugería un crecimiento “ligero” en el segundo trimestre, respaldado por los retrasos en los pedidos, la reducción de las limitaciones en el suministro y la disminución de los costos energéticos para los fabricantes. Sin embargo, la demanda de bienes está disminuyendo a medida que los consumidores, que se enfrentan a una inflación elevada, prefieren gastar en ocio y viajes. Esta tendencia está generando una creciente desigualdad en el crecimiento económico, que algunos analistas consideran insostenible.
Perspectivas Futuras y Desafíos Adicionales
Según Franziska Palmas, de Capital Economics, se espera que tanto el consumo privado como el gasto público sigan siendo obstáculos importantes para la actividad económica en Alemania. Además, las exportaciones también podrían verse afectadas por la debilidad económica de otros mercados desarrollados. En base a estas consideraciones, las previsiones indican que es probable que se produzcan nuevas contracciones en el tercer y cuarto trimestres.
Brecha entre sectores manufacturero y servicios
Otros datos económicos recientes respaldan esta evaluación. Los índices de gestores de compras (PMI) revelan una brecha creciente entre el sector manufacturero y el sector de servicios. Según los datos preliminares de S&P Global correspondientes a mayo, el PMI manufacturero ha caído por debajo de 50, indicando una contracción, con una lectura de 42,9, mientras que el PMI de servicios ha experimentado un fuerte repunte hasta alcanzar una lectura de 57,8.
Sentimiento empresarial
El sentimiento empresarial también ha disminuido en mayo, según el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo). Después de seis meses consecutivos al alza, el índice ha registrado su primer retroceso, situándose en 91,7 puntos en comparación con los 93,4 del mes anterior. Esta disminución se debe a expectativas más pesimistas y a una menor satisfacción con la situación actual, según Clemens Fuest, presidente del Ifo.
Sentimiento del consumidor
Los consumidores también reflejan un sentimiento similar. El índice de confianza de GfK, publicado recientemente, muestra una ligera recuperación desde el valor previo de -25,8, pero aún se mantiene en territorio negativo con una lectura de -24,2 para junio. Aunque existe un optimismo moderado en relación a las expectativas de ingresos debido a los aumentos salariales acordados, el bajo nivel de confianza de los consumidores indica que el consumo privado no contribuirá significativamente al desarrollo económico de Alemania este año.
Alemania en recesión y el DAX en máximos históricos ¿WTF?

Es interesante destacar que la recesión en Alemania coincide con un período en el que el índice DAX ha alcanzado máximos históricos en los últimos 50 años. Esto refuerza la noción de que el mercado financiero no siempre refleja la realidad económica. Aunque los mercados están en alza, la recesión, la disminución del gasto, la alta inflación y los tipos de interés en aumento sin perspectivas de detenerse o disminuir apuntan hacia una nuevo horizonte socioeconómico (y geopolítico) desconocido.
Unos hablan de recesión total y hundimiento de los mercados, como nunca se había visto. Otros hablan de melt-up o subida exponencial de los mercados (tras lo cual vendría una gran caída, eso sí….).
Lo cierto es navegamos por aguas oscuras y turbulentas donde nada funciona como se espera, es decir como lo ha hecho en ocasiones similares, ni nadie tiene la certeza de lo que está por venir. Lo único que me queda claro es que si Alemania, la teórica locomotora de Europa, está en problemas, el resto de países “pobres” (PIGS) del continente (España, Italia, Portugal, Grecia…) lo vamos a pasar muy mal.
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