La actualización de Ethereum Shanghai, programada para marzo de 2023, es un hard fork diseñado para mejorar la escalabilidad y reducir los costos de gas para los desarrolladores de Ethereum, que finalmente está previsto que su Mainnet vea la luz en el día de hoy. Uno de los mayores avances asociados a esta actualización es que permitirá a los stakers y validadores retirar activos de la cadena Beacon. En este artículo, exploraremos los detalles de la bifurcación de Shanghai y cómo afectará a los usuarios de Ethereum.
La bifurcación de Shanghai y el EIP-4895
El avance más importante de la actualización de Shanghai es la Propuesta de Mejora de Ethereum-4895, o EIP-4895, que permitirá a los validadores retirar los tokens en staking. Los validadores han hecho staking de alrededor de 16 millones de ETH como forma de ayudar a asegurar el mecanismo. La novedad más destacable para los validadores es que, tras la actualización de Shanghai, podrán retirar libremente los activos apostados, por lo que no tendrán que preocuparse de inmovilizar una importante suma de dinero durante un tiempo indeterminado.
The Merge comenzó el proceso de cambiar el mecanismo de consenso de Ethereum de prueba de trabajo a prueba de participación en septiembre de 2022. De acuerdo con las nuevas normas posteriores a The Merge, los validadores que hacen staking de 32 ETH en la cadena pueden participar en la validación de bloques, y cada ETH apostada aumenta la probabilidad de que un validador reciba recompensas por bloque.
La bifurcación de Shanghai también tiene otros EIP, en su mayoría diseñados para reducir los costos de gas para los desarrolladores de Ethereum. La EIP-3651, por ejemplo, propone reducir los costos de gas relacionados con los pagos del Valor Extraíble Máximo al acceder a la dirección COINBASE (COINBASE en este caso no está relacionada con la plataforma de intercambio de criptomonedas del mismo nombre, sino con el software que permite a los desarrolladores recibir nuevos tokens). Otras mejoras incluyen la EIP-4447, que reduce el costo de gas de la creación de contratos inteligentes, y la EIP-4499, que agrega una función de “lista blanca” para permitir que ciertos contratos tengan acceso exclusivo a recursos limitados.
Ether en staking
El Ether en staking representa alrededor de una séptima parte de la oferta total del token, o aproximadamente 16 millones de monedas. El valor actual de todo el Ether en staking supera los 26.000 millones de dólares. La actualización de Shanghai permitirá a los validadores retirar los tokens en staking, lo que significa que podrían ponerse en fila para recuperar los tokens que han hecho staking y retirarlos del sistema.
En teoría, los validadores que deseen retirar ETH después de la bifurcación de Shanghai pueden hacerlo de dos maneras. Una es crear una “credencial de retiros” para liberar las recompensas acumuladas en los últimos años. La segunda opción, más importante, es salir completamente de la cadena Beacon retirando los 32 ETH.
El impacto de la bifurcación de Shanghai
La bifurcación de Shanghai podría tener un impacto significativo en la comunidad de Ethereum y en el criptomercado en general. Miles de tokens $ETH quedarán liberados y estarán disponibles para una potencial venta, lo que podría crear una presión vendedora en este activo, que podría hacer caer su precio significativamente. Más teniendo en cuenta que una gran parte de esos $ETH bloqueados en 2020 fueron adquiridos en precios muy inferiores (desde los 600$ a los 1400$ apróx.) a los actuales, por lo que sus poseedores podrían estar tentados a sacar rentabilidad de ellos, al menos realizando una venta parcial de los mismos. Es por ello, que no sería descabellado pensar en una potencial caída del precio de $ETH en el día de hoy, tras la confirmación de la actualización.
En otro sentido, hay quienes piensan que, debido a la coincidencia de fechas de la actualización Shangai, con la publicación de los dados de PIB de EEUU, que se espera que sean positivos para los mercados de riesgo (acciones, crypto, etc), esta potencial caída en $ETH se vea, al menos en parte, amortiguada por una potencial subida de Bitcoin. Siempre que se cumpla la premisa de que los citados datos de PIB sean positivos como se espera.
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