El Banco Central Europeo (BCE) está avanzando en su plan para lanzar su CBDC, es decir, una versión digital del euro, y acaba de anunciar que se enfocará en el comercio electrónico y los pagos de persona a persona en la primera fase. Esta decisión se basa en la necesidad de garantizar una experiencia de pago fluida para los usuarios finales, así como para reducir las complejidades de implementación asociadas al despliegue a nivel de toda la eurozona.
Aproximación por etapas
El BCE en un documento titulado “Rollout approach for the digital euro”, ha explicado la estrategia de implementación de la moneda digital. Según este documento, se necesitan múltiples casos de uso para abordar la variedad de necesidades de los usuarios finales y las lagunas del mercado en los países de la zona euro, derivados de un panorama con diversos comportamientos y preferencias de pago. Por lo tanto, se implementará un “enfoque escalonado” que permitirá la comprensión y adopción gradual de los diferentes casos de uso y tecnologías por parte de los usuarios finales.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha dicho que el euro digital debería ser “sin fronteras” y adecuadamente supervisado. Esto significa que el BCE no permitirá que la moneda digital cruce la línea en cuanto a su regulación, ya que esto podría poner en peligro la seguridad financiera de la eurozona.
CBDC sí, criptomonedas no!
Aunque el BCE ha expresado su interés en el euro digital, ha mostrado una actitud renuente hacia el sector de las criptodivisas. En julio de 2022, el BCE advirtió a los países de la eurozona sobre los peligros de que los reguladores se adelantaran a la Ley MiCA para la regulación de criptoactivos, que se espera que entre plenamente en vigor hasta el 2024. Además, Fabio Panetta, un alto directivo del BCE, ha instado a regular la inversión en criptodivisas como si fueran juegos de azar debido a su naturaleza “especulativa” y a la falta de “cualquier función social o económicamente útil”.
En vista de la actitud del BCE hacia las criptodivisas, es interesante que los supervisores del BCE sugirieran que los bancos de la Unión Europea deberían empezar a aplicar límites a la posesión de Bitcoin antes de que el marco regulatorio global establecido por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS) sea legalmente vinculante, citando los riesgos potenciales de que los criptoactivos se extiendan al sector bancario.
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