La mayoría de las decisiones de inversión se reducen a una simple cuestión de riesgo. Si el beneficio (potencial) de una inversión supera su riesgo (potencial) asociado, quiere decir que tiene una configuración favorable y, por tanto, podría tener sentido realizarla. Lo contrario implica que una inversión con un gran riesgo (potencial) asociado para un beneficio (potencial) esperado bajo, o no proporcional a dicho riesgo, es mejor dejarla pasar.
Lo mismo es cierto a mayor escala para una cartera general. Supongo que deseas mantener una proporción equilibrada de inversiones de mayor y menor riesgo, de manera que se diversifiquen entre los distintos tipos de activos, repartidos en múltiples sectores, para cubrir su riesgo general.
Y eso es de lo que vengo a hablarte hoy. De un tipo especial de activos, muy poco conocidos en general, que aportan ese valor añadido a tu cartera, en cuanto a protección se refiere. Se trata de los Activos No Correlacionados (NCA por sus siglas en inglés Non Correlated Assets), o más bien Activos con poca Correlación o incluso con correlación inversa… Si quieres saber más, sigue leyendo que te lo cuento enseguida.
Como ya explicamos en el artículo anterior sobre “Diversificación”, si un sector comienza a caer, tienes reservas en tu cartera (tenencias que no se ven afectadas por las noticias de otras industrias) para ofrecer cierto nivel de protección del capital de manera global. Pero claro, para ello dichos activos no deben estar correlacionados, o al menos no demasiado.
Entonces, antes de nada… ¿Qué es la correlación?
La correlación es un término estadístico. Se refiere a la relación lineal que existe entre dos o más variantes . En el ámbito de las inversiones, cuando dos mercados están muy correlacionados de forma positiva, su comportamiento tiende a ser similar ante los mismos estímulos.
La correlación puede aplicarse sobre cualquier activo (acciones, cryptos, commodities, índices, etc). Por eso es tan importante tenerla en cuenta al diseñar la distribución de tu cartera de inversión .
La correlación entre dos activos puede ser negativa o positiva . Como acabamos de ver, si es positiva, los dos se comportarán de forma similar y si es negativa, lo harán de forma inversamente proporcional. Así, en el primer caso, si el precio de uno de los dos activos sube, el otro también lo hará, al menos de forma previsible; en el segundo caso, si uno sube, el otro bajará, y viceversa.
¿Cómo se calcula la correlación?
Para medir la correlación entre los distintos activos, se calcula el coeficiente de correlación que hay entre estos, conocido como coeficiente de correlación de Pearson. Para esto necesitamos calcular en primer lugar, los rendimientos a partir de los precios delos activos (rendimientos X y rendimientos Y), después su covarianza y volatilidad de los dos activos relacionados.
Teniendo estos datos, los aplicamos en la siguiente fórmula:

Donde:
- Ρ= Coeficiente de correlación.
- X,Y= Los rendimientos de los dos activos relacionados.
- σXσY= Volatilidad de los dos activos relacionados.
Este coeficiente de correlación puede oscilar entre -1,0 y 1,0.
¿Cómo interpretar la correlación?
Un número positivo representa una correlación positiva, lo que significa que los activos tienden a moverse en la misma dirección: un 1,0 es una correlación positiva perfecta. Un número negativo representa una correlación negativa, lo que significa que los activos están inversamente correlacionados o tienden a moverse en direcciones opuestas: un -1,0 es una correlación negativa perfecta. Finalmente, un coeficiente de correlación de cero representa ninguna correlación. Esto significa que los dos activos se mueven de forma independiente y no tienen relación entre sí.
En realidad, un coeficiente de correlación de exactamente 1,0, -1,0 o cero es extremadamente raro, y un coeficiente de correlación cercano a cero todavía significa que hay poca o ninguna correlación. Por ejemplo, un coeficiente de correlación de 0,1 es lo suficientemente bajo como para sugerir que cualquier ligera correlación encontrada probablemente sea una coincidencia y no un indicador de una correlación real. Una manera de clasificar los índices de correlación para la elección de activos de una cartera de inversión podría ser la siguiente:
- Fuerte correlación positiva: 0,75 a 1,0
- Correlación positiva moderada: 0,50 a 0,75
- Correlación positiva baja: 0,25 a 0,50
- Sin correlación: -0,25 a 0,25
- Baja correlación negativa: -0,25 a -0,50
- Correlación negativa moderada: -0,50 a -0,75
- Fuerte correlación negativa: -0.75 a -1.0
Según lo anterior y con estos datos estadísticos en la mano es fácil entender que es muy poco probable que la volatilidad en el sector farmacéutico, por ejemplo, afecte el precio del oro. Pero el primero sin duda te proporcionará mayores rendimientos (potenciales) a cambio del riesgo adicional que estás asumiendo.
Pero claro, en el ejemplo anterior aunque la industria farmacéutica no tiene nada que ver, a priori, con un commodity como el oro, que ha actuado históricamente como refugio de valor, ¿Qué pasa con una caída en el mercado general, digamos, debido a algún evento económico enorme, como fue la crisis financiera de 2008-2009 o el provocado en este mismo año por la Guerra en Ucrania?. Pues que estos activos, a pesar de no estar correlacionados de manera directa, caen igualmente, debido a que todo el mercado cae.
Entonces, ¿Qué me estás contando?
Si el mercado en general cae por un Cisne Negro, “estamos muertos”, todo cae, no hay manera de protegerse… FALSO!, existen formas sencillas de proteger su portafolio contra cualquier condición del mercado… incluso ante una recesión como la que vivimos actualmente, aunque nuestros políticos inventen fórmulas literarias y retuerzan los números para no reconocerlo.
Una de las formas más sencillas de hacerlo es invertir en Activos No Correlacionados. O como veremos a continuación, al menos, Poco Correlacionados o incluso Inversamente Correlacionados
¿Qué es un Activo No (o Poco) correlacionado?
Un Activo No (o Poco) Correlacionado es exactamente lo que parece: un activo cuyo valor no está vinculado a grandes fluctuaciones en los mercados tradicionales.
Sí, es cierto que los amplios movimientos del mercado pueden afectar a cualquier activo, incluso a aquellos que tradicionalmente se consideran no correlacionados. Pero, como regla general, ciertos tipos de activos generalmente son menos reactivos que las acciones, el crypto (unas más que otras) o incluso los metales, o commodities en general, a las noticias económicas y la volatilidad general del mercado.
Así que para protegernos de situaciones como la actual, de bear market generalizado, uno de los primeros pasos para crear una cartera equilibrada con activos alternativos es averiguar cómo se correlacionan con el mercado de valores (SP500) y entre sí.
Para ello nos basaremos en un listado de activos (No, poco o inversamente Correlacionados), extraído de un excelente estudio realizado por moneymade , que muestra el cálculo del coeficiente de correlación de Pearson de estos activos frente al SP500 de manera mensual, en el periodo 2018-2021 con la excepción de las tierras agrícolas y el arte , que se calculan trimestralmente.
Entendiendo la correlación de Activos
Correlación Activos-S&P500:

Correlación entre algunos pares de activos:

Basándonos en la clasificación anterior según los valores de los índices del coeficiente de correlación observamos que:
- Los activos con la correlación más fuerte con el S&P 500 son los bienes raíces, las tierras de cultivo, la plata y las criptomonedas más populares; Bitcoin y Ethereum.
- El vino, el oro, el petróleo y el platino se correlacionan moderadamente con el S&P 500.
- Los bonos y el artes muestran una correlación negativa con el S&P 500.
- El vino (de inversión) y el arte se mueven en direcciones opuestas.
- La correlación entre las principales cryptos fue fuerte, excepto Ripple (XRP), que solo se correlacionó moderadamente con el resto de las monedas incluidas en este estudio.
Creando una cartera de Activos No (Poco o inversamente) Correlacionados
Con los datos matemáticos en la mano y basándonos en la definición literal del término “correlación” vemos que la mayoría de los activos del estudio presentan cierto nivel de correlación, por lo que en el sentido estricto no podríamos decir que la selección que te voy a mostrar a continuación sea puramente de Activos No Correlacionados. Motivo por el cual insisto durante todo el artículo en incluir la “coletilla” de “Poco o inversamente” correlacionados.
Dicho lo anterior y según mi estrategia de inversión, la cual ya conoces, y sino te dejo este enlace para que la leas, te voy a mostrar una selección de los 6 activos anteriores que considero que pueden proteger tu portafolio, considerando además de su índice de correlación, que reúnen las siguientes condiciones:
- Baja correlación con los mercados tradicionales
- Baja volatilidad
- Resistencia a la recesión
- Resistencia a la inflación
- Diversidad de cartera
Evidentemente en esta selección descarto las criptomonedas, incluso las “Blue-chips”, ya que a pesar de lo que pueda mostrar el estudio anterior, y del peso que sabéis que tienen en mi cartera, yo las considero una inversión de “Muy Alto Riesgo” y que de momento tienen una alta correlación con los mercados. Veamos mi selección de activos Alternativos no (poco o inversamente) correlacionados:
Bienes inmuebles

Aunque el coeficiente de correlación de los bienes raíces es el más alto de todos(0.9636), mostrándose como el activo alternativo más correlacionado, todos sabemos que históricamente las inversiones inmobiliarias son menos susceptibles a las principales noticias macroeconómicas que otros tipos de inversiones. Esto se debe a que sus precios están vinculados a cosas como arrendamientos a largo plazo, para los cuales tienen ingresos garantizados y que generalmente no se ven afectados por los eventos principales. Pase lo que pase, todo el mundo necesita una casa. Además, los Bienes Raíces tienden a funcionar bien en entornos inflacionarios como el actual, lo que los convierte en una buena cobertura contra la inflación.
Vino

¿Qué tienen en común la Reina de Inglaterra, Lebron James y Mark Cuban?
Todos son ultra ricos y… todos compran, venden e invierten en vinos de lujo. Suena loco, pero es verdad.
Tradicionalmente, invertir en vino ha tenido grandes barreras como costos de almacenamiento, tarifas de subasta, seguros y autenticación, por nombrar algunos. Aún así, las personas más ricas del mundo decidieron que este activo valía la pena como inversión.
¿Pero por qué? ¿Qué saben ellos del vino como inversión que nosotros no?
Para responder a eso, necesitas ver el vino como lo ven los ultra ricos.
En primer lugar, el vino tiene un historial de ganancias masivas. Según Liv-ex, si hubieras comprado $10,000 de borgoña de primer nivel en 2004, ¡esa inversión valdría hoy $87,760!. Pero no te quedes sólo con el alto retorno de inversión.
No es de extrañar que el vino sea una opción de inversión preferida por la clase alta de todo el mundo. El vino tiene un historial probado de retorno (beneficios). Y puede aumentar tu riqueza sin estar bloqueado en tu inversión como otras opciones tradicionales, como bonos o fondos. Además ahora con el auge de las plataformas de inversión, los inversores no necesitamos ni siquiera poseer los activos (botellas de vino) en físico. Hoy en día se puede invertir en fondos especializados que se centran en este tipo de bienes. Un ejemplo de ello es Vinovest, donde tu pones el dinero y ellos se encargan de gestionar todo, desde la selección y gestión de tu bodega, al almacenamiento y posterior venta, cuando decidas. En breve te traeré un artículo específico hablando de ellos y de cómo puedes invertir en este en vino con ellos.
Oro, Plata y Platino

Los metales preciosos se han utilizado durante mucho tiempo como cobertura contra la inflación y como depósito de valor. Según los últimos tres-cuatro años, el oro y el platino parecen ser las opciones más interesantes. Aunque yo, a nivel personal, sigo apostando por la plata, debido a su gran potencial industrial y que realmente se encuentra infravalorada por la manipulación de los mercados especulativos de contratos de futuro.
El oro a menudo se considera una inversión de refugio seguro en tiempos de turbulencia en el mercado. Eso se debe a que el oro tradicionalmente tiene una correlación moderada con el mercado general. Pero lo que hace que el oro sea una cobertura única en el mercado es que se sabe que su correlación cambia; cuando los tiempos son buenos para el mercado, la correlación es mayor, pero cuando los tiempos son malos, la correlación es menor, lo que lo hace más favorable para los inversores en ambos entornos.
El platino , por otro lado, es un activo poco discutido que se ha vuelto cada vez más interesante para los inversores en los últimos años. Utilizado principalmente en industria de automoción y joyería, el platino se distingue del oro por el hecho de que es más útil, más raro y más escaso que el oro y, por supuesto, que la plata.
Arte
Hoy no vengo a hablarte de arte digital o tokenizado (NFT’s). Hoy te hablo de Arte tradicional.
En el estudio comentado el arte resultó ser el activo con la correlación más negativa, con un coeficiente de correlación de -0,6350. Lo que significa que las obras de Arte (algunas…) tienden a revalorizarse, especialmente cuando las acciones caen, algo que los grandes inversores saben y que es ahora cuando está comenzando a llegar al público retail.
De manera tradicional, las principales características que suelen utilizarse para definir las inversiones en arte se pueden resumir en que se tratan de inversiones de alto riesgo, ilíquidas, opacas, no reguladas, con altos costos de transacción y que se mueven a merced del gusto errático (excéntrico en muchas ocasiones) del público y de tendencias efímeras. Las obras de arte no generan flujos de efectivo, excepto en la medida en que se puedan obtener ingresos a través del arrendamiento y esto incurra en gastos de almacenamiento, seguros y otros costos asociados. Las inversiones en arte siempre se han “vendido” como virtualmente ‘incobrables’.
Como ves, todo esto anterior sobre las inversiones en arte y los mercados del arte podría ser suficiente para desanimar a la mayoría. Pero esto está cambiando:
Con la tendencia mundial a largo plazo de aumentar la riqueza, junto con un aumento en el conocimiento sobre los mercados coleccionables, una comunidad mucho más grande ha comenzado a interesarse en coleccionar y/o invertir en arte o bienes coleccionables raros.
El arte en la estrategia general de asignación de activos
El arte como activo es atractivo a largo plazo, ya que es una reserva de valor que genera un rendimiento real positivo moderado.
Las ganancias del arte no sucederán de la noche a la mañana. Los expertos recomiendan la inversión en arte para inversores pacientes con una ventana de tiempo de 10 años o más , así que piense a largo plazo.
Muchos inversores en arte incluyen pinturas en su planificación patrimonial como activos para transmitir a sus descendientes.
El arte también tiene una baja correlación con acciones y bonos que ofrecen posibilidades de diversificación.
Nuevos tipos de vehículos de inversión colectiva dedicados al arte u otros activos coleccionables
Varias iniciativas nuevas y diferentes en todo el mundo buscan titularizar varios miles de millones de dólares en obras de arte, como fondos de inversión en arte, productos de estructuras de arte negociables o intercambios de comercio de arte dedicados.

Un ejemplo de este tipo de plataforma es Masterworks, donde al igual que ocurre con Vinovest, para el caso del vino, aquí puedes invertir una cierta cantidad (mínimo 10.000$) para comprar y vender acciones que representan una inversión en obras de arte icónicas. Tú no tienes que hacer nada. Masterworks se encargan de asignar tu inversión para crear una cartera diversificada de trabajos examinados por expertos referentes en la industria, y tras esperar el tiempo adecuado, puedes vender dichas acciones una vez que estén en beneficios.
Riesgos de los Activos No (poco o inversamente) correlacionados.
Por supuesto, también es importante tener en cuenta que acceder a mercados no correlacionados como estos conlleva una capa adicional de riesgo en comparación con invertir en activos públicos como acciones y bonos.
El primero es el riesgo de liquidez. Dado que los no correlacionados están limitados en la cantidad de inversores que pueden acceder a ellos (después de todo, solo una persona a la vez puede poseer una pintura en particular u otro activo limitado), hay menos liquidez en el mercado que en algo como típico. valores públicos. Es posible que no siempre pueda encontrar un comprador para las acciones que desea vender.
Al mismo tiempo, la información sobre este tipo de activos puede verse limitada, ya que no están sujetos a los mismos estándares de información y transparencia que los activos públicos. Puede ser difícil para los inversores recopilar información sobre el rendimiento subyacente y las perspectivas a largo plazo de un activo no correlacionado.
Atención: La correlación no es algo fijo
Es importante tener en cuenta que los niveles de correlación entre los activos pueden, cambian y seguirán cambiando.
Los patrones y movimientos del mercado se adaptan constantemente. En una época de mercados impredecibles, los inversores deberían estar atentos a los niveles de correlación para asegurarse de que permanezcan adecuadamente diversificados y protegidos contra el riesgo.
Al igual que con cualquier estrategia de cobertura, la idea detrás de los activos no correlacionados es reducir el perfil de riesgo general y el nivel de volatilidad de tu cartera. Recuerda que esto no es para ayudar a asegurar unos beneficios máximos lo más altos posibles, es para protegerte contra los mínimos….
Sin más, esto es todo lo que te quería hoy. Espero que te haya resultado de interés. Muchas gracias por leernos!.
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