La gestión de riesgos es una de las conceptos más importantes para el éxito a largo plazo en los mercados financieros. El problema es que por lo general suele ser uno de los aspectos más ignorados o subestimados de el mundo del trading o las inversiones. Pero ¿por qué es tan importante la gestión de riesgos y cómo se puede poner en práctica en sus propias estrategias?.
Puedes ser el trader con más talento en el mundo, con un don natural para las oportunidades de inversión y aún así, poner en peligro tu cuenta, tu capital o incluso tu patrimonio con una mala decisión sin una gestión adecuada del riesgo. No importa lo bueno o experimentado que seas. Si no aplicas gestión de riesgo, finalmente vas a incurrir en pérdidas.
Las normas de la gestión del riesgo son fáciles de aprender. Incluso para los principiantes. Pero lo difícil no es aprenderlas o conocerlas, sino seguirlas y mantenerlas. ¿Porqué? porque todo tipo de emociones están involucradas cuando el dinero real está en juego. Nuevamente aparece aquí la psicología del inversor. Algo a lo que como sabes doy un gran peso.
Antes de pasar a las técnicas específicas de gestión de riesgos, vamos a ver cómo la administración del dinero constituye un elemento crucial de una estrategia de trading (o inversión) exitosa.
Como decimos, la rentabilidad y el riesgo van de la mano en la inversión financiera. La gestión del riesgo podría ser la diferencia entre beneficios o pérdidas pero… ¿cómo medir el riesgo?. Empecemos definiendo algunos conceptos:
¿Qué es el riesgo de una inversión?
El riesgo financiero es la posibilidad de que una inversión no genere finalmente la rentabilidad esperada. Esto puede dar lugar a un beneficio menor del esperado o a la pérdida de parte o incluso del total de la inversión inicial. Pero también puede significar, en algunos casos, que la pérdida supere la inversión inicial y acabe con toda nuestra cuenta de trading.
Riesgo de mercado
El riesgo de mercado es la posibilidad de que su cartera sufra pérdidas por las fluctuaciones de los factores de riesgo del mercado. Estos componentes del mercado con frecuencia están sujetos a volatilidad y ejercen una presión significativa sobre los precios. Generalmente, los factores clave de riesgo de mercado son:
- Precio de las acciones
- Tipos de interés
- Tipo de cambio de divisas
- Precios de las materias primas
- Precios de las criptomonedas
Estos cinco factores pueden ejercer una gran presión en los mercados. Otra forma de referirse al riesgo de mercado es ‘Volatilidad’, es decir, la rapidez y magnitud en que pueden darse los cambios en los precios del mercado.
Riesgo de liquidez
La definición de liquidez se describe como la facilidad de transformar un activo en efectivo, sin que esto afecte a su precio. De manera contraria, puede entenderse el riesgo de liquidez como la posibilidad de no poder operar en un activo, sin que esto acabe afectando a su precio. Por lo general, suele ser un problema mayor en mercados emergentes o de bajo volumen. Es típico en algunas criptomonedas nuevas en las que aún hay poco nivel de inversión. Aquí podemos distinguir dos tipos de riesgos de liquidez:
Liquidez del activo
Esto hace referencia a la disponibilidad del activo para ser operado. Por ejemplo, si nadie quiere comprar el activo que quieres vender en cierto momento, no puedes vender, o bien te verás obligado a bajar el precio de venta para acceder a ofertas a los que los compradores estén dispuestos a comprar.
Por lo general, si hay muchos inversores activos se crea una buena liquidez, dado que probablemente haya una mezcla de compradores y vendedores que están dispuestos a operar. Cuanto más líquido es un mercado, más fácil es comprar o vender el activo.
La liquidez del activo es una parte importante del riesgo de mercado.
Liquidez de fondos
Hace referencia a la capacidad del inversor de cumplir sus obligaciones financieras tan pronto como sea necesario. Por tanto, el riesgo de la liquidez de fondos es la posibilidad de que, durante un cierto periodo de tiempo, una de las partes implicadas en la operación no disponga de fondos para cubrir sus obligaciones.
Con frecuencia, la liquidez de fondos se aplica a mercados en los que los activos se comercializan en paquetes de gran volumen, o en los que los propios activos tienen un valor particularmente elevado.
Si hay más gente dispuesta a comprar que a vender, esto crea más demanda que oferta (escasez) y hace que los precios aumenten.
Si hay más gente dispuesta a vender que a comprar, esto crea más oferta que demanda (sobreoferta) y hace que los precios bajen.
Medir el riesgo de su inversión
Una vez que ha identificado los riesgos potenciales, lo principal es conocer cómo se mide el riesgo. Al medir el riesgo, es esencial considerar tus intereses, pero también tus posibilidades.
Evaluación del riesgo
Al operar en los mercados es muy importante evaluar de forma realista el nivel de riesgo que puedes asumir.
Una vez que has evaluado el riesgo, puedes calcular la cantidad que deseas/puedes asignar a tus distintas inversiones. Las diversas formas de inversión tienen diferentes niveles de riesgo, por tanto, un portafolio equilibrado debería tener forma piramidal.
Pirámide de riesgo
Una vez has decidido cuánto riesgo puede asumir, puedes utilizar la pirámide del riesgo de inversión para agrupar tus activos en franjas, de acuerdo a tu nivel de riesgo. Así los productos menos arriesgados irán a la base de la pirámide, y representarán la mayor parte de tu cartera. Mientras que los de mayor riesgo irán escalando progresivamente, en función precisamente de este nivel de riesgo, en las franjas superiores de la pirámide. Hasta llegar a la cúspide, donde estarán aquellos de muy alto riesgo. Los que te darán mayores beneficios si resultan positivas, pero los que tienen mayor riesgo de suponer pérdidas.
Veamos un ejemplo de una cartera de inversiones basado en criptmonedas. Aunque esto podría extrapolarse a cualquier otro tipo de activos o mercados, que no tienen por que ser excluyentes. Ya que una buena cartera diversificada, debería incluir varios activos/mercados bien distribuidos y complementados. Sin más veamos el ejemplo:

La base de la pirámide
NOTA: antes de empezar debemos dejar claro que las criptomonedas (todas) son activos de alta volatilidad y por tanto de alto riesgo. Pero dentro de estas, en función a su histórico, capitalización de mercado (tokenomics en general) y a su adopción, podemos encontrar distintos niveles de riesgos.
Dicho lo anterior, pasemos a la base de la pirámide: Esta es la parte más ancha de la pirámide, sirviendo de apoyo para el resto. Aquí podrías colocar la mayor parte de tu capital de inversión en activos que tengan un riesgo bajo y una rentabilidad fiable. Por ejemplo yo aquí colocaría Bitcoin en un 80% y Etherem en un 20%.
La zona central de la pirámide
Esta parte está compuesta por las inversiones de riesgo medio, con rentabilidad estable y un potencial apreciable. Estos beneficios son más arriesgados que los de la base de la pirámide, pero serían relativamente seguros. Aquí incluiría proyectos como Polkadot, Link, y Energy Web Token, al 33% cada uno.
El pico de la pirámide
La cumbre está formada por las inversiones de mayor riesgo. El dinero que empleas en estas inversiones debería ser dinero que pueda perder sin repercusiones financieras graves. Sería el caso típico de SHIBA u otra moneda de moda que en ese momento se encuentre en auge y a la que pudiera acceder en preventa o en época temprana. Lo posibilidad de generar beneficios altos estaría ahí, pero también existiría un riesgo (50/50%) de que se fuera a cero y perdiera todo o gran parte de la inversión.
Por eso es fundamental de invertir en el “pico de la pirámide” solo aquel dinero que te puedas permitir perder. Un dinero que no cuentes con él y que preferiblemente sea solo una pequeña parte de beneficios ejecutados en otras inversiones anteriores. Que si se pierde, no te condicione ni perjudique en ningún sentido. Que no te duela perderlo.
Tómate la pirámide como una guía y no un conjunto de normas. Algunos inversores asumen más riesgo que otros, así que tu necesitarás reflexionar cuidadosamente sobre tu situación financiera y por tanto sobre tu preferencia de riesgo. Reflexiona sobre el tiempo y el dinero del que dispones y sobre el nivel de rentabilidad que esperas lograr.
Formas de gestionar el riesgo
Actitud ante el riesgo
No puedse concebir una estrategia de operaciones razonablemente sensata sin meditar cuidadosamente sobre tu enfoque del riesgo. Al fin y al cabo, incluso las inversiones relativamente seguras tienen cierto grado de riesgo, dado que existe la posibilidad de que pierdas tu dinero si el mercado evoluciona en tu contra.
Todos tenemos nuestra propia percepción del riesgo y, por eso, una inversión que una persona considere una oportunidad interesante, puede parecer peligrosa para otra. Es importante sentirte cómodo con el nivel de riesgo que se afronta.
Siguiendo unos sencillos pasos para controlar tu exposición, podría resultarte más fácil adoptar una postura realista ante el riesgo. Aquí tiene algunos métodos que puede utilizar:
Diversifica tus inversiones
La diversificación puede ayudar a minimizar el riesgo poniendo su dinero en un abanico más amplio de diversas inversiones. En otras palabras: “no pongas todos los huevos en la misma cesta”. Existen dos ventajas clave al mantener un portafolio diversificado:
Reducir el impacto de las pérdidas individuales
Si pones todo tu capital de inversión en las acciones de una única empresa, te arriesgas a perder la mayor parte de tu dinero, o todo, si esa compañía va mal o quiebra. En cambio, si compras acciones de distintas empresas, las pérdidas que sufras a causa de la quiebra de una de ellas no tendrán un efecto tan devastador sobre tu inversión global.
Sin embargo, el hecho de repartir tu capital entre una serie de acciones (o activos) diferentes tampoco te protege por completo. Tus ganancias o pérdidas seguirían siendo susceptibles al impacto de cualquier factor económico que afecte a todo un (mismo) mercado que contenga tus acciones o activos. Por tanto, esto te debe llevar a lo siguiente:
Distribuye tu inversión
Esta es la clave de un portafolio equilibrado. Generalmente se conoce como asignación de activos. Hace referencia a la forma en la que distribuyes tu dinero entre las distintas clases de activos. Es decir, se trata de no aportar todo en un mismo mercado. Por ejemplo, puedes tener 50% en criptomonedas, 30% en metales o commodities, 15% en acciones, 15% en bonos, propiedades, etc.
Habitualmente, estas clases de activos evolucionan de forma independiente unos con respecto a otros, o incluso evolucionan en sentidos opuestos, complementándose sus pérdidas y beneficios en muchos casos, dependiendo de sus posibles correlaciones.
También puede diversificarse dentro de la misma clase de activos, por ejemplo, invirtiendo en mercados de distintos países (divisas euopeas, asiáticas o estadounidenses), empresas que operen en distintos sectores (tecnológico, energético, medicina….) o criptomonedas de proyectos de sectores distintos (Defi, videojuegos, smart contracts…)
El ratio Riesgo-Beneficio
Es de sentido común valorar y analizar el retorno esperado de una inversión respecto al riesgo que asumirás si finalmente decides operarla. Para calcular tu ratio riesgo/beneficio, deberás comparar el dinero que arriesgarás si sale mal, respecto a la ganancia potencial que obtendrás, si todo va como has proyectado.
Por ejemplo: Si el riesgo son 200€ y la ganancia que espera es 400€, el ratio riesgo/beneficio sería de 1:2.
Riesgo seleccionado
Otra opción es elegir operaciones menos arriesgadas, si estas conllevan la posibilidad de obtener ganancias importantes. Por ejemplo, puedes optar por abrir un Long en un activo volátil si el análisis técnico te sugiere que es posible volver a dosificarlo de forma inminente.
Naturalmente, no existe ninguna garantía de que la tendencia que hayas observado en tu análisis se vaya a mantener, pero combinando tu análisis de gráficos con una evaluación de tu nivel particular de riesgo puedes tomar una decisión informada sobre cuáles son las operaciones arriesgadas que merecen la pena para ti.
No olvides tus Stops Loss
Un stop loss te permite limitar tus posibles pérdidas, fijando el punto en el que se cerrará tu operación si el precio evoluciona en tu contra.
Saca las emociones
A la hora de tomar una decisión relativa a tus operaciones, es importante distinguir los factores emocionales que pueden influir en tu manejo de la operación. No tiene sentido actuar por intuición o por corazonadas, a no ser que haya un análisis racional detrás de ellos.
Para saber más sobre cómo las emociones pueden influir en la toma de decisiones y qué errores evitar, visita nuestra sección de psicología del trading.
Ceñirse a la estrategia diseñada requiere disciplina para evitar las decisiones emocionales. Saber cuándo materializar las pérdidas o recoger los beneficios es esencial para una estrategia de trading efectiva, especialmente en mercados volátiles.
Elaborar un plan estructurado te ayudará a gestionar el riesgo, ya que facilita la identificación de objetivos y la definición de una estrategia.
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